Datos personales

jueves, 4 de diciembre de 2014

Mis primeros pasos con la bici de montaña

Desde hace unas semanas, he comenzado una nueva fase en mi entrenamiento: la pretemporada. Ése es el período en que el deportista construye la base que le permitirá rendir al máximo durante los meses siguientes (en el caso del ciclista, en primavera-verano, que es cuando tienen lugar las competiciones). Mi entrenadora, Dori Ruano, me manda en esta época sesiones de correr, de entrenamiento funcional (explicaré lo que es eso en una próxima entrada) y de bicicleta. Dentro de esto último, la novedad es que este año me he apuntado a un grupo de adultos en la Escuela de Ciclismo de Villamayor para trabajar técnica en la bici de montaña.

Mi bicicleta de montaña, BH Over-x


Mi BTT (bicicleta todo terreno) es bastante sencilla. La compré de segunda mano en agosto y la estrené en una marcha cicloturista que lleva el nombre de Dori y que se celebra en su pueblo natal y mío de adopción todos los veranos. En realidad, he de confesar que no tenía prevista tal adquisición, puesto que siempre le he tenido mucho miedo a esta modalidad de ciclismo por el riesgo de caídas y no me atraía gran cosa eso de rodar por caminos con arena y piedras sueltas o acabar con barro hasta en el pelo. Si me hice con ella, fue porque mi entrenadora se puso firme y me mandó enrolarme en la Escuela de Ciclismo para aprender a manejar mejor mi vehículo. Como soy consciente de que eso me puede ayudar a prevenir caídas en la bici de carretera, le hice caso y, en contra de mi voluntad, empecé a asistir a las clases en cuestión los sábados por la mañana.

Cuatro de las valientes chicas del grupo de adultos y su maestra Dori (en primer plano)

Las primeras dos o tres clases me resultaron muy duras psicológicamente. Eso de asomarme a lo que yo calificaría de terraplén, y que para los monitores (capitaneados y formados por la propia Dori) no es más que una trialera sencillita, ya me provocaba temblores en las piernas. Gastaba más energía por los nervios que por el mero esfuerzo físico. He de confesar, no obstante, que no era la única del grupo con miedo. No sé si es que a ciertas edades una se va volviendo menos arrojada o que siempre he sido muy poco atrevida para estas cosas, pero lo cierto es que no duele igual un golpe ahora que cuando eres niña: ni te caes de la misma altura, ni la masa que golpea el suelo es tan ligera, ni curan las heridas tan pronto.

Después de la tercera sesión, mi amiga Neli Nieto me invitó a hacer una ruta no muy larga con ella y una grupeta de BTT con la que está saliendo este otoño. Decidí probar, a ver si se iba notando lo aprendido. Y, para mi sorpresa, una vez vencidos el pánico inicial y el agobio por intentar seguirles el ritmo a los compañeros, me encontré estupendamente sobre la bicicleta. Es más: disfruté verdaderamente recorriendo los caminos del sur de la ciudad de Salamanca. Ese día representó un punto de inflexión en mi actitud frente a esta modalidad de ciclismo.

Desde ese momento, mis sensaciones en la BTT han ido haciéndose cada vez mejores. Me voy notando con mucho más dominio de la máquina, y ya ni me impresiona hacer ejercicios que dos meses atrás me causaban angustia. Aprendo muchísimo de Dori Ruano, que suele acompañarnos a los adultos y nos enseña con su paciencia habitual y su gran visión pedagógica, así como de los demás monitores.Como ejemplo de lo que voy siendo capaz de hacer, he aquí un vídeo muy breve en el que se nos ve a mi compañera Montse y a mí efectuando un descenso por una trialera en el parque de Valcuevo (tenía más pendiente de lo que se aprecia en la grabación):


Algo que me atrae mucho de la BTT es que me lleva a lugares a los que normalmente no se accede. Por ejemplo, he descubierto parajes tan singulares como el Jardín Secreto del Tormes, el antiguo polvorín de Salamanca o la cueva de Rascones en el parque de Valcuevo.


Caseta en el Jardín Secreto del Tormes

Uno de los grupos de la Escuela de Ciclismo de Villamayor en la ermita del Viso

Campos de la Armuña

Bicicletas en los terrenos del polvorín de Tejares

Cueva de Rascones

Ruinas de la iglesia de Santibáñez del Río

El Tormes desde Valcuevo



No hay comentarios:

Publicar un comentario